"Los psicólogos no aconsejamos"

Isabel Sierra Montoya, estudiante de psicología en la Universidad Pontificia Bolivariana nos cuenta como la psicología es una herramienta eficaz y complementaria en ese camino de la aceptación y el amor propio.

<< Las mujeres que vienen al psicólogo a causa de problemas de autoimagen, con desprecio a su cuerpo e inconformismo consigo misma a nivel físico y psicológico también pueden traer consigo problemas de bulimia, anorexia, autolesiones, desinterés por la vida social y amorosa y hasta indicios de depresión.

Estas mujeres comúnmente comprenden su estado, su problema, dicen "yo sé lo que siento", "es absurdo querer conformarme con esos estándares de belleza, pero sé que es inevitable sentirlo", cosas así son las que sacan a la luz sus verdaderos pensamientos al respecto de su estado, su necesidad, y por esto buscan la voz de un experto. 

Entonces como psicóloga la ayuda que se le provee a las mujeres nunca será aconsejarlas, ese es nuestro lema, porque como dice el refrán "dale a un hombre un pescado y lo alimentarás por un día, pero seguramente volverá a pedir más, si tú le enseñas a pescar él va a tener con qué alimentarse el resto de su vida".

Se le debe enseñar a una persona a que ella misma encuentre los medios por los cuales se relacione consigo misma, con su autoestima, hablarse a sí misma de manera afectuosa, positiva y que sea conscientes de la manera que habla de sí misma y consigo misma. Lo que un psicólogo busca es que, mediante una terapia cognitivo-conductual, genere hábitos de refuerzo positivo, de auto-afecto, de cariño propio.

La terapia cognitivo-conductual funciona mucho a través de dejar tareas porque la persona lo que está haciendo al fin y al cabo es aprender para que ella misma resuelva sus problemas, nosotros los psicólogos nunca resolveremos los problemas, nosotros les haremos descubrir cómo se pueden solucionar y guiarlos por el camino correcto.

Así que mírate al espejo 3 veces, directamente a los ojos y di "estoy bonita", "que linda estoy" y abrázate, bien fuerte y quiérete lo más que puedas. >>